No pude resistirme a la magia del partido de promoción de ascenso. Aunque no pude verlo completo, sí me acordé de enviar la alineación para variar, tras una temporada de despistes por falta de tiempo. El rival, el creador del juego, se lo merecía, y aunque preparé el partido en pocos minutos y no sorprendí en absoluto (jugué como siempre), me he llevado un triunfo. Algo injusto, pero es un triunfo a fin de cuentas.
Injusto porque mi equipo anotó 5 goles, algo que con un ataque igualado a la defensa rival no es común ver. Pero en el fondo en este juego, influido por la programación y la estadística, puede pasar cualquier cosa. No es un juego de mario bros, donde pasas la pantalla o no la pasas. Aquí la suerte también influye y para el Shema C.F. no es la primera vez en promoción que la tiene a favor.
Aún así el resultado es engañoso. Un 5-4 es un resultado que con un simple 1-0 en el partido de vuelta me deja en tercera división una temporada más. Algo que no sería un drama, no sería como para dejar el Pro y buscar juegos gratis de mario bros por internet. Porque una de las cosas que se aprenden rápido en este juego es que lo importante es la estrategia a largo plazo y nunca un resultado concreto. Sea a favor o en contra.
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